Hace unos meses acompañé a un amigo a deshacerse de su vieja CPU; había decidido cambiar su ordenador de sobremesa por un portátil y le recomendé que los restos del antiguo los depositara en el bautizado como "Punto Limpio".
Durante los últimos años han sido muchas las personalidades del entorno político y social de la ciudad las que han animado a los ciudadanos hacer uso de este servicio. Mi intención en este post no es realizar una crítica política al actual grupo de gobierno local o la entidad encargada del asunto, pues a fin de cuentas desconozco a quién le deberíamos de exigir responsabilidades. De todos modos, se trata de un hecho que merece ser denunciado para que el responsable, al menos comprenda la problemática de la situación y tome medidas.
En primer lugar, como aspecto organizativo, no puedo comprender cómo se permite abrir una infraestructura de este tipo y no contar con la presencia de personal, especialmente los fines de semana, que se deja con la puerta abierta para que la gente a su libre albedrío y muchas veces sin conciencia, deposite los materiales que ellos mismos considere oportunos. No creo que la sociedad sepa que materiales introducir allí.
Pero lo más chocante, y el eje fundamental de estas foto-denuncias es el aspecto que presenta el exterior del recinto. Dos carteles de "Prohibido tirar basura" advierten de esa conducta incívica.
A los habitantes de la ciudad parecer que les da igual. Si no hay personal que vigile o supervise el tránsito de usuarios, muchos pensarán: ¿para qué acceder al interior si lo puedo dejar aquí abandonado? La comodidad prima sobre la buena conducta y este impacto visual es el precio que tenemos que pagar, tanto por la incompetencia de los usuarios como por parte de los responsables del mal llamado Punto Limpio.
Ubicación: Santa Mariña, Ourense
Fecha en la que se realizaron las fotografías: 24 y 25 de marzo de 2012.
Publicado por David Rial Araújo
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